Grandiosa manifestación en Berlín, “Por la Paz y Contra la Guerra”. Personalidades de izquierda, derecha y centro estuvieron presentes
Más de 40.000 personas se manifestaron en Berlín el 3 de Octubre que era Día de fiesta nacional por ser día de la Reunificación de las dos Alemanias: la socialista y la capitalista.
Las más diversas organizaciones y personalidades de distintos colores e inclinaciones políticas, o sea miles de participantes se reunieron en Berlín el Día de la Unidad Alemana para una concentración estelar en favor de la Paz. Fue algo fuera de serie y nada común, pero indicador de la urgente necesidad de optar por las negociaciones de Paz y de frenar la carrera de armamentos y la prolongación de las guerras.
Nuestro grupo de Hamburgo
Nuestro grupo de Hamburgo reunió una caravana de autobuses que partió de la Estación principal y central de Hamburgo, el Hauptbahnhof. Mi esposa y yo tuvimos que despertarnos a la 5 de la mañana para poder estar allí y salir a las 8 en punto de la mañana, con la disciplina alemana. El que llegaba tarde se quedaba en tierra.
Fueron grupos de distintas regiones y ciudades de Alemania. Entre otras cosas, protestaron contra las entregas de armas y el estacionamiento de misiles estadounidenses en Alemania. Entre los miles de personas que participaron ese jueves por la tarde había diversas motivaciones partiendo del Objetivo Común: poner fin a la Guerra e impulsar las Negociaciones de Paz.
Entre los diversos objetivos estaban el criticar el apoyo alemán a Ucrania e Israel con armas, pedir negociaciones entre Rusia y Ucrania y el fin de la guerra en Gaza. La manifestación también criticaba el estacionamiento de misiles estadounidenses de medio alcance en Alemania, recientemente impulsado por el Presidente Biden.
También hubo participantes pro-Palestina-Libre.
En la Breitscheidplatz de Charlottenburg, entre otros lugares, se reunieron participantes con banderas y carteles de la izquierda y del BSW de Sahra Wagenknecht. Además de banderas de la paz y de Alemania, también se exhibieron banderas de Palestina. Se podían leer cosas como Diplomaten statt Granaten («Diplomáticos en lugar de granadas») y «Paremos la guerra ya – no al envío de armas a Ucrania».
En una de las tres o cuatro marchas de protesta confluyentes hacia la Estatua de la Victoria también participaron numerosos manifestantes que pedían solidaridad con la población de la Franja de Gaza. En algunas de las pancartas se podía leer «Alto al terror de la ocupación» y «La OTAN está librando una guerra y un genocidio -solidaridad con Donbass y Gaza-». Hubo gritos ocasionales como «Israel, asesino de niños». Pero no fueron nunca contra los judíos y su religión, sino contra el gobierno sionista de Netanyahu y su brutal política.
Wagenknecht exige conversaciones con Putin; el socialdemócrata Stegner es abucheado.
La alianza «Nunca más la guerra» había convocado la manifestación. La convocatoria de la manifestación fue apoyada por varios diputados del Bundestag del BSW y del Partido de Izquierda, representantes sindicales y activistas, entre otros.
En el acto de clausura, celebrado en el Großer Stern de Tiergarten, la presidenta del BSW, Sahra Wagenknecht, pidió conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, para poner fin a la guerra en Ucrania. «Me molesta mucho que siempre se hable en nombre de la Gran Moral y, al mismo tiempo, que no debamos hablar con Putin por supuestas razones morales».
El famoso dirigente político del SPD Ralf Stegner no firmó la convocatoria de la manifestación en Berlín, pero aun así quiso aparecer en el escenario con Sahra Wagenknecht, BSW, Partido de Izquierda, SPD, alianzas por la paz, Sindicatos, personas de Israel y Palestina: todos ellos estaban convocando la manifestación por la paz en Berlín del jueves 3 de Octubre. Había varias convocatorias, y el contenido era diverso y hasta contradictorio en ocasiones, con el punto común de exigir la Paz. Los sectores cercanos al actual Gobierno Semáforo que preside el socialdemócrata Olaf Scholz criticaban a Ralf Stegner acusándole de nadar entre dos aguas. Fue muy criticado por el pseudoliberal FDP y por los belicosos dirigentes de los Verdes, cuyas Juventudes se han disuelto y separado del Partido ecologista por estar en total desacuerdo con la actual política del gobierno Semáforo.
El político del SPD dijo: «Siempre hay una alternativa a la guerra, pero no hay alternativa a la paz. Y creo que tenemos que darnos cuenta de ello. Algunas personas hablan de ello con ligereza porque no tienen que enfrentarse a ello, mientras que otros se llevan la peor parte. Por eso creo que es necesario trabajar por la paz.»
Y no está mal recordar a los que le criticaron por participar con izquierdistas que, en el pasado, también se criticó a Willy Brand porque en las manifestaciones del movimiento pacifista de su tiempo en las que Brandt habló había gente del DKP (Partido Comunista de Alemania) y de otros partidos. Así son las cosas. Eso no debe impedir adoptar una postura propia.
Si fue abucheado por los participantes del 3 de Octubre no fue por ser del SPD, sino porque habló de una «guerra de agresión rusa» y del envío de armamento a Ucrania. Stegner había defendido previamente su participación en la manifestación por la paz. Declaró en rbb24 Inforadio que no veía ningún problema en subirse a un escenario con críticos del gobierno alemán como la presidenta de BSW, Wagenknecht.
Por primera vez en la reciente historia de la República Federal de Alemania, a la izquierdista Wagenknecht se unieron representantes de otros campos políticos partidarios de las negociaciones de paz: Ralf Stegner (SPD) y Gesine Lötzsch (Linke), incluso Peter Gauweiler de la CSU (Democracia Cristiana de Baviera). Todos ellos se pronunciaron a favor de más diplomacia ante la Columna de la Victoria. El Cristiano demócrata de derechas, Peter Gauweiler, fue muy aplaudido cuando dijo: «¡No se puede apagar un incendio con gasolina! Si la Bundeswehr dispara el primer tiro, está fracasando en su tarea. Pero nos estamos tambaleando hacia esta situación ahora mismo». Y recordó que el Canciller democristiano Helmut Kohl se negó a participar en la guerra iniciada por Estados Unidos contra Yugoslavia porque la Constitución Federal Alemana prohíbe toda guerra de agresión, permitiendo sólo la de autodefensa. Por primera vez en nuestra vida, yo, Emilio Díaz, como mi esposa, y como la gran mayoría de los asistentes, nos vimos aplaudir a un conservador que hablaba por la Paz.
Reiner Braun, co-iniciador de la manifestación y figura destacada del movimiento pacifista tradicional, pidió más resistencia popular al rumbo bélico de la política alemana. «Nuestra resistencia debe ser tan fuerte que nuestro gobierno retroceda ante esta locura. El estacionamiento de armas asesinas estadounidenses en Alemania debe hacerse imposible».
Al final de su discurso, Sahra Wagenknecht citó a Erich Maria Remarque, el autor de la gran novela antibelicista «Nada nuevo en Occidente», con estas palabras: «Siempre pensé que todo el mundo estaba en contra de la guerra. Hasta que descubrí que hay algunos que están a favor, sobre todo los que no tienen que ir». Yo recalcaría que esos que no van a la Guerra son los oligarcas fabricantes de armas.
Se considera a Erich Maria Remarque como uno de los más famosos enemigos del nazismo en especial y del nacionalismo en general, como también el escritor austriaco Stefan Zweig. En 1933, obras de Remarque fueron destruidas durante las quemas públicas de libros que organizaron los nazis en Alemania entre el 10 de mayo y el 21 de junio por considerar su libro Sin novedad en el frente “antipatriótico” por su carácter pacifista.
¿PALOMAS DE LA PAZ O POLLOS RUSOS?
Todos podemos recordar que la célebre Paloma de la Paz fue pintada por nuestro Pablo Picasso en los Años de la Guerra Fría.
A la orilla de la gran marcha aparecen diversos grupúsculos. Uno está uniformado como soldado soviético mientras otro levanta la bandera ucraniana. Y más lejos, otros hombres, aparentemente pertenecientes a una pequeña y ruidosa contramanifestación – muestran: «Vuestras palomas de la paz son pollos de engorde rusos» – detrás de la valla de la barrera, se interponen entre los miles de activistas por la paz en el Día de la Unidad Alemana. En otro lugar uno, más pequeño cuelga cansinamente una bandera ucraniana sobre sus hombros, el más grande sostiene triunfante una bandera israelí y otra ucraniana, carteles como «No a las armas. No a la guerra. No a los nazis» o «Los ricos suministran las armas, los pobres los cadáveres». En su bandera ucraniana ha pintado un tanque y el lema «Goes to Ukraine». La Policía de masiva presencia con los 1000 policías uniformados los mantuvo al margen, así como a otros aislados contramanifestantes que pretendían provocar a la gran marcha con banderas ucranianas y pancartas escritas con insultos.
Todos los oradores de la manifestación también se pronunciaron claramente en contra del estacionamiento previsto de armas estadounidenses de medio alcance en Alemania en 2026. «Los misiles hipersónicos Dark Eagle previstos aumentan las tensiones y suponen un riesgo para Alemania de convertirse en objetivo de un ataque preventivo», reza el llamamiento de Berlín, que se ha publicado poco después de la manifestación y puede firmarse inmediatamente. En cualquier caso, es de esperar que algo haya cambiado en el panorama político alemán.
Emilio Díaz Miranda